Me siento muy agradecido por este reconocimiento, sobre todo por compartirlo con otros dos tuxpenses tan estimados como lo son el sr Jorge moreno y monseñor Carlos.
Cuando me dispuse a empezar a escribir, lo hice pensando en contar las historias que tenía en mente contar. Consiente de la situación lectora de nuestro país.
Mientras se escribe alguna historia se experimentan todas esas rivalidades y pasiones, gran cantidad de sentimientos que se quieren transmitir al lector. Pero cuando escribía la novela de la condesa, nunca imagine que esa historia de mi pueblo llegara a tomar la importancia que tomó.
Desde que comenzó esta aventura no ha faltado la imaginación ni los descubrimientos, y la promoción de la historia y la leyenda como tal, de los templos, las capillas, los acueductos, las haciendas, las obras de arte y las reliquias han valido bien la pena.
La han valido porque para mi sorpresa, en los lugares donde ahora se menciona a Tuxpan, en muchas ocasiones se tiene como referencia precisamente a la condesa de Miravalle como lo fue hace mucho tiempo.
Para mi existe un antes y un después desde la condesa historia y leyenda porque vinieron con ella muchas satisfacciones y momentos inolvidables como las presentaciones, el hermanamiento, los recorridos, y hoy, el honor de haber sido seleccionado para ser merecedor de esta presea.
Con este reconocimiento puedo decir que el trabajo que he realizado para promover la lectura, la cultura y el turismo en mi pueblo y la región ha ido por buen camino y esta presea me inspira grandemente a seguir haciéndolo.
Comparto este reconocimiento con mi familia, con mis amigos, y con todos aquellos que han contribuido para que hoy, yo pueda vivir lo que estoy viviendo.
Concluyo con una frase diciendo: lo que se ha escrito, se ha escrito y permanecerá.
Esta frase es porque estoy bien sabido que lo que yo he escrito de mi pueblo y mi región ya forma parte de su patrimonio cultural, un patrimonio del que tanto adolecemos y que tanta falta nos hace enriquecer.
Josep zalez zalez